LA VIDA ES SUEÑO.

“El mundo nunca más será el mismo”. “Habrá un antes y un después del Coronavirus”. “La nueva normalidad”. “Operación retorno”. “Carnet Covid”. “Maz estao, maz estao, otra vez”. “Pasaporte de inmunidad”. Cada experto y cada payaso a sueldo quieren sus cinco minutos de gloria. Vomitan la frase del día. Buscan el pasaporte a la decadente fama mediática. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el reino de los matinales”.

Ninguno de los expertos en avivar la cueca pide regresar al trabajo. El Estado y los ricos pagarán  nuestras eternas vacaciones con bozal sanitario. “La plata está”, aseguran algunos, los de siempre, aunque nadie dice muy bien donde está ni cuánta plata es.

Vamos sacando cuentas. Si nos entregan parte o el total del dinero que las AFP nos roban, los servicios básicos vuelven al ser “de todos los chilenos” y por lo tanto públicos, gratuitos y de calidad, terminamos con las Isapres que también nos roban, dejamos de pagar arriendos y dividendos a bancos que, ¿adivinan?, ¡sí!, también nos roban”, y colegios y universidades se ponen la mano en el corazón en lugar del bolsillo, los profesores no cobran su sueldo, por lo tanto también dejarían de robarnos, y no sé qué más…, ya se me ocurrirá; podemos vivir en cuarentena un par de años. El populacho Bárbaro descubrió la fórmula para mantenernos vivitos, coleando, descansados y bien alimentados.

Ok, la brillante nueva idea es parecida al Transantigo, fácil de diseñar, más fácil de publicitar e imposible de implementar. Algunos hasta intentan comprenderla. Muy chilena para sus cosas esta buena idea, me sorprende.