ARQUEO DE CAJA.

No tengo dudas. En estos momentos la crápula política está echando números. Deben cuadrar la caja luego de los gastos producto del Coronavirus, o más bien, del parón económico que ha implicado. No considerarán reducir el tamaño del Estado Ladrón. Señores burócratas apitutados, no os preocupéis hermanos, podéis continuar arrasando el presupuesto nacional.

Tampoco reducirán el robo despiadado en licitaciones súper-mega-infladas. Señores amigotes pseudo empresarios, tampoco debéis preocuparos, grandes señores, la teta continuará entregando leche. Facturen tranquilos, licitaciones habrán. Obviamente los llamados programas sociales, esas donaciones de dinero ajeno con que se empeñan en redistribuir el ingreso, y a la vez comprar voluntades políticas y sus respectivos votos, no cesarán. Billetitos para mujeres, aborígenes, negritos, pobrecitos, abuelitas, emprendedores de dudoso futuro, y esa interminable lista de falsos algo (exonerados, retornados, exiliados, golpeados en su honor, torturados a chuchadas, etc... Hermanos míos, a la cola se ha dicho. No olviden llevar la poruña.

¿Y entonces, cómo?

La cuadratura del círculo se logrará de dos maneras. Más impuestos a pagar por quienes trabajamos, y deuda, que será pagada el día de mañana, si es que se paga algún día, por los mismos contribuyentes. Los señores políticos nunca tienen problemas de gastos, esos son “necesarios”, siempre es de ingresos, que son “insuficientes”.

Entonces, luego de cerrarnos las empresas y prestarnos el dinero para pagarles IVA, contribuciones, patentes y demás impuestos, deberemos pagar el crédito, más los intereses, más el alza de impuestos que nos caerá encima dentro de poco. Los pobres no pueden esperar, la “paz social” tampoco y, como los políticos y sus secuaces no pueden dejar de robar, nosotros no podremos dejar de pagar. Aleluya hermanos.