DESCONTROL EN BARBARILANDIA.

Como sabemos, el descontrol político es total, el descontrol callejo lo mismo, y el populacho bárbaro continúa avivando desde sus balcones, olla en mano, la fiesta infinita. La fiesta de derechos a no pagar la cuenta. Y la culpa de todo esto es de los políticos, de los socialistas de todos los partidos que “luchan por los que más lo necesitan”, por ellos mismos. Y que ahora cierran el país sin indemnizar a los afectados.

Se pide un cambio constitucional para robar. Los ricos deben pagar por ser ricos ¡Todos nos roban!, robemos ahora nosotros también. No quieren pagar educación. Quieren pensiones “dignas” a costa de quien pagó sus cotizaciones, otro robo más. El populacho bárbaro quiere meter la mano al cajón de las AFP. Los políticos quieren hacer lo mismo en nombre del pueblo.

Esta epidemia tan mal manejada por la ralea que nos gobierna, nos lleva a la ruina por no dar la cara y decir ante la población la única verdad posible en este caso, que debemos regresar a la normalidad porque las cuarentenas no funcionan, ha dado pie para que cada cual haga exigencia de sus supuestos derechos a no pagar la cuenta.

Se postergan pagos de créditos hipotecarios (para que no dejen de pagar y afecten la contabilidad del banco). No pagan gastos comunes. Ahora se confiscaron los ingresos de las compañías de servicios públicos por decreto inconstitucional, prohibiendo el corte de servicios impagos (11,1 millones de clientes ya solicitaron postergación de pagos). Se hacen los lesos con los arriendos. No quieren pagar colegios ni universidades. Ingresos transitorios de emergencia de 100 lucas que se transformarán en permanentes. La fiesta interminable sigue su curso. Así, ¿quién necesita regresar a trabajar?

La última novedad del año para los regalones (los señores políticos), es la decisión de monetizar deuda, el último paso hacia la debacle. El éxtasis de la fiesta infinita ¿Qué es monetizar deuda? Vean el vídeo que encabeza esta entrada, en el que se analiza el caso chileno. Imperdible oportunidad de aprender lo que aquí no nos cuentan en los matinales.