EL POLICÍA BUENO.

Debutó el nuevo ministro de Sebastián. Mañalich jugaba al policía malo, Paris será el policía bueno. Lo noté más cariñosito. Me deleité mirando una kilométrica cola (perdón, quise decir fila) de vehículos por Avenida España, entre Viña del Mar y Valparaíso, como debut de la cuarentena que eliminará el coronavirus desde sus raíces. Exterminarán el cáncer virulento, al más puro estilo del General Leigh. Dudo que Sebastián bombardee la Caleta Portales, y dudo aún más que los chilenitos vivos arranquen a sus madrigueras después de la explosión. Tal vez saquen la olla y el cucharon y aviven la cueca pensando que esta vez sí que sí.  

El revolucionario alcalde de Valparaíso felicitaba a la población por su dedicada observancia a las normas sanitaras. Pronto habrá elecciones. La alcaldesa de Viña, que al parecer no podrá postular nuevamente al sacrificado cargo, también floreaba a la población por su abnegado esfuerzo, seguramente pretende dejar un buen recuerdo. Aunque dicho sea de paso, aconsejaban a quienes aún no se dignan a acatar las fascistas órdenes: Niñito, no haga eso, no se porte mal ¡Niño porfiado! Noooo, no llore, si era bromita nomas. Siga de largo. Yo sé que usted es bueno y tiene cositas que hacer ¿Le entregaron su cajita? Ya, pase nomas, pero “déntrese” temprano, no se nos vaya a resfriar, mire que los hospitales están colapsados.

Luego fue el turno del policía bueno. En el preciso momento en que los agiles de la prensa mostraban la cola de autos por Avenida España, y como si de un espectáculo de vodevil se tratara (¿lo habrán hecho a propósito?), el ministro, muy conforme con las cifras, anunció que un 65% de la gente acató la medida. Estamos dados para el éxito. El otro 35% deambulaba de aquí para allá y luego de regreso. La policía detenía a automovilistas y peatones. Si mostraban el papelito ese que le dan a cualquiera, los mandaban para allá, y de no tener el pepelito, los mandaban para acá. Es decir, si estaban enfermos contaminaban para allá o de lo contrario para acá. Genial. Solo resta saber de qué lado estamos. Si estaban sanos, lo mismo, pero sin contaminar a nadie. Me parece una medida que no está acorde con nuestra idiosincrasia. En Barbarilandia preferimos las declaraciones juradas notariales para los buenos, y las querellas en contra de quienes resulten responsables para los malos, es decir, para nadie.

Para culminar su estreno en sociedad, el policía bueno nos dio una gran noticia. Dijo que la gente “tuiteaba” feliz (sic) desde los más recónditos lugares de la Quita Región, emocionados por el éxito de la puesta en escena. Todo el mundo está feliz, no es para menos, si tenemos a un ministro buena onda, a un presidente que regala cajas felices, 12.000 millones de dólares para regalar, no hay que trabajar, no nos cortarán la luz ni el agua, la Tonka nos baila a diario, el Joaco nos informa de sus avances sanitarios y más encima nos entregan papelitos cuando queramos ¿A dónde va? ¡Voy y vuelvo! Pase nomas.

¡Reeeespetable puuuuublico!, señoras y señores, con ustedes, el único, el inigualable, el ¡populacho bárbaro! https://www.publimetro.cl/cl/noticias/2020/06/15/filas-autos-valparaiso-vina-cuarentena.html

https://www.encancha.cl/exhiben-video-con-larga-fila-de-autos-tratando-de-ingresar-a-caleta-portales-en-valparaiso-aft88/