PASE POR EL LADITO.

Hicieron bien en no apostar en favor de los camioneros. Era platita segura…, que diablos. En definitiva, tuvimos un parito, con unos camioncitos estacionaditos muy ordenaditos a un ladito de la carreterita. Los revolucionarios camioneros no tendrán “un antes y un después” del parito.

Nada de malos tratos a transeúntes ni automovilistas, Nada de cortar caminos. No llevaron acelerante, como hacen sus agresores. Tampoco llevaron armas de guerra, ni una simple pistolita calibre 22. Ni una cortapluma. Ni una honda siquiera. Los arcos y las flechas están prohibidos, solo pueden ser utilizadas por aborígenes. Ellos son camioneritos huincas.

En fin, los camioneritos hicieron el ridículo. Y el gobierno, muy contento con el no-paro, anuncia las penas del infierno si los camioneritos dejan de hacer el ridículo y comienzan un paro de verdad, como los que hace la izquierda y sus equipos de choque, como estudiantes, empleados públicos, aborígenes emplumados y diversos grupúsculos que alegan sentirse abusados por este perro mundo.

Porque claro, no era posible instalar un paro, desabastecer al pueblo en llamas y dejarlos con los crespos hechos, luego de una larga cuarentena que nadie respetó, y más encima con lo que va quedando del 10% en el bolsillo. Sería desesperante. ¿Cómo van a comprar si no hay nada a la venta? Con decir que el ministro Pérez, el nuevo asalariado de Sebastián, manifestó su conformidad con el no-paro pacífico.

Los camioneros no solo trasladan comida y demás minucias, y como no solo de pan vive el hombre, menos aún el hombre nuevo, tendríamos problemas con el traslado de insumos desde el puerto de San Antonio, donde recalan los barcos que provienen de china comunista repletos de adminículos tecnológicos de diversa índole. Cientos de miles, sino millones de televisores, teléfonos y consolas de juego se acercan a Barbarilanadia a una velocidad de diez nudos ¿Cómo las tendremos en los mall, a disposición del 10% del respetable público, si los camioneritos huincas se tiran a choros con el pueblo? No, eso no es posible, por lo tanto el Administrador Provisional de Palacio lo evitará “cueste lo que cueste”, “venga de donde venga”, “caiga quien caiga”, bajo amenaza de querellas con nombre y apellido, y lo anunciará justo a la hora de almuerzo por televisión.

A propósito, ¿qué onda Sebastián, ya no nos dejarás almorzar tranquilos? ¿Por qué no recitas a la hora de la siesta?

Mientras tanto, en el sur continúa la quema de camiones, los helicópteros de carabineros continúan jugando a sobrevolar el lugar de los hechos, y el Ministerio del Interior sigue gastando papel y tinta en querellas en contra de nadie. Eso sí, y que quede claro, no se equivoquen, el gobierno condena los hechos, además de manifestar su preocupación.