HONORABLES TRAMPOSOS.

Los señores políticos escuchan la voz del pueblo solo cuando les da la gana, o más bien, cuando coincide con sus espurios intereses. Hace unos pocos días asistimos a la fiesta de la democracia -virus mediante-, donde el populacho bárbaro aprobó por un 78%, la creación de una Convención Constituyente que redactará, ente atentados, saqueos, tomas, incendios y asesinatos, la constitución que este paisucho se merece. Dejaremos atrás “el modelo heredado de la dictadura” y avanzaremos hacia “el Chile que todos queremos”.

 

Lo que votamos –no lo olvidemos- fue una Convención Constituyente que se conformará por 155 sabios, quienes serán elegidos con el mismo sistema que los diputados. Eso está claro, aunque no lo suficiente para la mafia.

 

En estos momentos, y sin mediar razón, los señores políticos que conforman la mafia debaten dos proyectos de ley. Uno para instalar constituyentes aborígenes designados, que se sumarán a los 155 acordados previamente y votados por el pueblo en llamas. Pretenden torcer la legislación, los acuerdos y la fe pública, y votar a favor de esta opción con 3/5 de los senadores y no 2/3. Todo depende de cómo usted lea, entienda e interprete la letra y el espíritu de lo firmado, y pueda pasar gato por liebre. Si esto es aprobado, el gobierno seguramente no irá a TC, ya que puede implicar una protesta pacífica de gente de bien.

 

Además, y como si esto fuera poco, la diputada comunista, Camila Vallejo, presentó un proyecto de ley que autoriza a la Convención Constituyente a no respetar el acuerdo de noviembre que fue ratificado por el populacho bárbaro ilusionado con un Chile parecido a Dinamarca. El proyecto pretende desechar los 2/3 necesarios para aprobar la nueva constitución de los regalos, reemplazándolos por mayoría simple de 50% + 1 voto. Y preparémonos porque esto recién comienza…

 

Esta nueva constitución es extraña. Ha sido apoyada por la izquierda, el gran empresariado, los oportunistas de siempre y algún descolgado, lo que implica que ese 78% se sumara aña fiesta permanente suponiendo mas que entendiendo lo que puede suceder.

 

Los que estamos en medio, ya sea a sabiendas o no, solo miramos el proceso desde fuera ¿Que sabe esta gente para estar, unos tan tranquilos y los otros tan entusiasmados? No lo sé.