EL SUEÑO DE LOS "VERDADEROS LIBERALES".

Chile está de duelo. Mas bien la democracia lo está. Felipe Kast, el “verdadero liberal”, declinó su imaginaria carrera presidencial. No sé si lo hizo en nombre de Chile, la unidad nacional, la paz social o alguna otra buena obra. Nos hemos perdido el medio pedazo de estadista. Existe una entrevista en un diario serio de la plaza que me niego a leer.

 

¿Que será de Chile sin los “verdaderos liberales” dirigiendo nuestras vidas? Los fascistas campearán a sus anchas. Ya no está disponible doña Sylvia, quien en un ataque de dignidad, declinó su participación en la próxima fiesta de la democracia con tal de no justarse con la chusma. Ahora don Felipe prefiere asegurar su cupo senatorial designado en La Araucanía.

 

A mí me huele a que Kast sintió la estocada que le propinaron sus padrinos, al aparecer de un día para otro en la lista de presidenciable (¿cosas del CEP?), el niñito del techo, el trepadorcito que se arrima a los ricos, ese tal Sichel, como candidato de -según la señora de Providencia- quienes quieren mantener el modelo o algo por el estilo, digamos que de quienes no aceptan soltar la teta ¿Cosa de la Evelyn? Sichel es un “verdadero liberal” + jesuita, quien ha dejado a Felipe mirando la fiesta desde la vereda ¡Ufff!, la peor combinación posible en la supuesta derecha.

 

Sichel es un lacayo de quienes lo colocaron donde está. Se supone que fue pobre, se supone que es esforzado, se supone que es tan, pero tan, tan bueno, que clavaba tablitas con los curitas del “techo”, esos mismos jesuitas que violan, corrompen y trafican influencias al por mayor, y que han sido amparados por la prensa seria de Barbarilandia. Está claro, Sichel se arrima al poder, a cualquier poder que le ayude a medrar en la vida. Sichel no es más que el nuevo Bachelet. Así nació Bachelet, desde la nada. Andaba por ahí en un ministerio, y un día cualquiera, entre gallos y medianoche, el CEP y otras manos moras la colocaron en las encuestas, le pusieron bencina, le entregaron (regalaron) varios puntos para comenzar, y la subieron al trono. También Bachelet era buena, sufrida, esforzada, bla, bla, bla.

 

Felipe Kast tampoco es más ni distinto a Sichel, es un cuiquito acompañado de mas cuiquitos. Sin fundamento; sin base social; sin raíces culturales en la nación chilena ¿Qué es eso de “verdadero liberal”? ¿La señora Juanita y don Moya lo entienden? ¿Daniel es Daniela? ¿El Gobierno Militar es Dictadura? ¿Matrimonio homosexual? ¿Aborto aun no porque es difícil de digerir…, por el momento?

 

Kast y Sichel pretenden un gobierno culturalmente socialista, globalista, progre, totalitario (pero en buena onda, claro), aunque con bajos impuestos ¿Y cómo se supone que lograrán eso? ¿Alimentando a la bestia que, esta vez, no les comerá la mano? Y…, marginando a la verdadera derecha.

 

Chile está culturalmente mas cerca de un falso socialdemócrata como el Joaco; un legítimo conservador como JAK; un democristiano moderado como ya quedan pocos, o un socialdemócrata de verdad como Lagos.

 

Sichel y F. Kast no representan a nadie. Son de mentira. Inventos como fue el MEO o la última novedad del año para los regalones, que vemos aparecer y desaparecer, tal como callampas, de vez en cuando.