TIEMPO AL TIEMPO.

A casi un año del inicio de esta desgraciada epidemia china, podemos hacer algún balance de lo que se dijo, lo que se cumplió y lo que no.

 

Recuerdo que durante abril recomendé terminar con las cuarentenas, ya que no servían de nada producto de los millones de permisos diarios y los otros millones de personas que salían sin él; por el muchas veces irreparable daño económico que producían y, por la discrecionalidad del estado al separar las actividades económicas entre esenciales y no esenciales. Todo esto sumado a la decisión de no indemnizar -como debieron hacerlo- a aquellos empresarios perjudicados por la totalitaria decisión de la autoridad.   

 

El tiempo demostró que tenía razón, ya que hoy no estamos en cuarentena, y con medio Chile de vacaciones (me incluyo), los contagiados y fallecidos se mantienen mas o menos igual que durante el periodo más álgido de ellas. Ni las estúpidas cuarentenas generalizadas propuestas por cobardes, oportunistas y totalitarios; ni los cierres de comercio; ni las criminales inmunidades de grupo propuestas por los “verdaderos libertarios” funcionan. Solo funciona el sentido común, la educación y responsabilidad de la gente, la valentía de las autoridades, el orden, el profesionalismo de la prensa, la seriedad de los políticos y el garrote para quien lo merezca. Nada de eso tenemos en Barbarilandia ¿Ahora quien paga el daño? Nadie pues, como siempre.

 

El tiempo también demostró que los colegios y universidades no podían regresar a clases presenciales. Todos los intentos del lacayo de Sebastián fueron inútiles. Expertos en la materia y escribidores de papers a sueldo quedaron en evidencia. Alarmistas que anunciaban daños irreparables en la educación de los niños solo abogaban por más adoctrinamiento (¿que más daño puede haber que entregar la educación de los niños a curas y profesores rojos e ignorantes (valga la redundancia)?  

 

El resultado: Tal como lo predije, el regreso masivo a clases será luego de la vacunación, también masiva. No podría ser de otra manera ¿El mismo gobierno que decreta cuarentenas, obliga el uso de mascarillas y entrega graciosamente permisos de vacaciones, todo con la excusa de cuidarnos del virus chino, pretende enviar a niños chicos que no se cuidan al colegio, para luego llevar el virus a las casas? Existe gente estúpida… y esta.

 

Viviríamos en un país mucho mejor, si lo habitara gente solo un poco mejor. Con mas educación, con profesionalismo, sin tanta viveza criolla, tanto chilenito chanta, tanto ignorante y, tanto oportunista. Agregaría tanto sociópata, ya que no se explica tanta estulticia y frialdad de grupos de gente que se atrincheraron frente a frente, unos intentando sacar partido exigiendo “más estado” y más control aprovechándose de esta desgraciada situación; y los otros, que se dicen libertarios, promoviendo una carnicería con sus criminales inmunidades de grupo a lo bestia, y más encima en nombre de la libertad, en lugar de usar un poco la cabeza. A ninguno de esto fanáticos les interesa lo que sucedió en Corea del Sur, Singapur, Australia, Nueva Zelanda, ni en algún otro país donde el estado, las empresas y la gente, hicieron su trabajo. No, eso dejaría en evidencia su fanatismo.

 

“A las finales” el tiempo pone todo en su lugar.