¡FUERA, AHORA!

Condenamos la violencia, venga de donde venga. Los curas rojos dirán que debemos poner la otra mejilla, y los políticos nos pedirán el otro bolsillo. Tambien debemos poner lo que nos queda de paciencia, lo que nos queda de dignidad, lo que nos queda de tranquilidad, lo que nos queda de dinero, lo que nos queda de país y todo lo que tengamos a disposición. Demás estaría decir que debemos hacer todo lo anterior en nombre de la igualdad, la solidaridad, la paz social y el discurso políticamente correcto ¡Ja! Una mierda.

 

Los sucesos de Iquique no solo son justos y legales, son inevitables, y me refiero a todo lo que sucedió sin excepción. Todo tiene un límite, incluida la paciencia, y el límite lo pone uno mismo o no lo pone nadie más. ¿Quién está dispuesto a vivir de esa manera? ¿Quiénes de los que reclaman y colocan sus ojos en blanco están dispuestos a vivir con un campamento frente a su domicilio, su trabajo o su escuela? ¿Quiénes de los buenistas de mierda y justificadores de lo irracional estarían dispuestos a vivir frente a gente que duerme, come, fornica, caga y mea en la calle? El resultado de tanta mierda es más mierda, una mierda que se trasforma en necesidad, una necesidad real ¡Basta!

 

Basta de políticos y curas delincuentes que han fomentado esta invasión. Basta de sinvergüenzas que ingresan al país para vivir de nuestros impuestos, ¿o acaso algunos de los que malviven en carpas algún día podrán financiar su vida por su cuenta? ¿Quién se cree eso? ¿Quién se cree que alguien se creerá esa mentira? A quienes quieran colaborar con la causa buenista que se lleven a toda esa gente a su casa, les pegue un hotel o cierre su hipócrita hocico.

 

Basta de turistas patudos, vividores, frescos de raja y caras de palo que arrancan de países que ellos mismos destruyeron, y que ingresan a Chile a la fuerza. Basta de gentuza de mierda, políticos corrutos, cobardes y ladrones. Todos los extranjeros que no son capaces de financiar sus gastos deben irse del país, ahora, sin mas tramite, y todos aquellos que han llegado a trabajar reemplazando a la tropa de chilenos vagos y sinvergüenzas que no quieren hacerlo, son bienvenidos y pueden quedarse con toda justicia porque aportan al desarrollo del país ¡Pero tienen que ganarse la vida ellos solos!  

 

Chile se ha transformado aceleradamente en un basural, en un agujero de mierda controlado por mafias de atorrantes, sinvergüenzas, fanáticos y ladrones. Chile es una vergüenza, el 78% de los chilenos son una vergüenza; una parte de los falsos turistas son una vergüenza; prácticamente toda la prensa es una vergüenza; los curas rojos son una vergüenza y los políticos son una vergüenza. Son todos gentuza de lo peor que no merecen perdón ni misericordia porque nos están robando, abusando y hundiendo intencionalmente, por acción u omisión.