EL SUCHEL DE PIÑERA

Suchel, el niñito del techo, está desesperado. Su loca y oportunista carrera hacia ese desbocado éxito que persigue enfermizamente se ha visto interrumpida por el sentir popular. Algunos políticos lo llaman democracia. Quienes consideran la política como un medio de vida, un ascensor social, una oportunidad de armar con intrépida desfachatez una red de contactos siempre al borde de la corrupción, cuando no están lisa y llanamente dentro de ella, y un escenario donde dar rienda suelta a sus vanidades, llaman a este sentir de la gente un problema.

 

La exderecha, comandada por el payaso sonriente, quien ha sido secundado por todo tipo de oportunistas, ganapanes, trepadores y desvergonzados dispuestos a lo que haya que hacer, donde haya que hacerlo y con quien haya que hacerlo, siempre encantados de entregar remilgos a su jefe, hacer el ridículo públicamente y engañar a electores que consideran cautivos, ya no puede controlar al electorado anunciando que el rival es peor. Sencillamente este tipo descarado que han puesto en representación de gente que no quiere ser representada por él, ha roto todos los límites, considerando todo criterio posible.

 

Suchel, el niñito del techo, ha tomado el libreto de Piñera y lo ha puesto en escena con la brutalidad, la impudicia, la desvergüenza y el desprecio total por sus eventuales votantes, como Piñera nunca se atrevió a hacer. Este pelafustán no tiene el poco tino que a veces posee Piñera, ni la inteligencia del Administrador Provisional de Palacio, ni el dinero y la astucia de su jefe para comprar voluntades. De hecho, el niñito del techo no ha comprado a nadie, es él quien se ha vendido a sus amos.

 

Este fulano ha amenazado a los partidos políticos que lo apoyan; a parlamentarios que considera sus lacayos; al verdadero candidato de una derecha que, aunque no quiera, intenta representar. Ha ofendido a millones de votantes de un sector que, decepcionado de tanto mangante, ha regresado a su origen, gane o pierda esta decisiva elección. La derecha o quienes la financian, en un intento desesperado por no sabemos que, trasplantaron a un tipejo de poca monta del que no les será fácil deshacerse. Ya lo advertía doña Florinda…

 

Varios, tal vez decenas de parlamentarios de la UDI y RN abandonan o abandonaran el mugroso cuchitril de su candidato inventado, para aterrizar donde creen que pueden mantener su escaño. JAK deberá analizar quiénes de ellos son dignos representantes de lo que queremos los votantes de derecha y quien no lo son.

 

Quienes se queden en la plantación de su patrón Piñera y su capataz Suchel, son los ganapanes que nos llevaron al desastre actual y que seguirán al cerdo mientras piensen que aun da manteca.