OTRA COSA ES CON GUITARRA

Será difícil la convivencia entre los descolgados de la ex derecha que dejaron a Suchel sentado en la cuneta, y que ahora pretenden guarecerse bajo el alero de JAK, y los verdaderos liberales, verdaderos libertarios, verdaderos conservadores, verdaderos patriotas y verdaderos creyentes en el verdadero Dios, que componen el núcleo duro del Partido Republicano. Ya saben, todas las familias extendidas de JAK, los anti vacunas, los pro inmunidad de rebaño, los patriotas de palo y linchaco, las aspirantes a vieja loca del barrio y los que cavarían la zanja en medio de desierto con sus propias manos, siempre que les garanticen que la llenarán de cocodrilos, y si la rodena de minas antipersonales, mejor aún. No es que la considere una mala idea, pero los tiempos no están para esos afanes.

 

Supongamos que Kast gana la elección, algo que no veo como podría suceder. Los descolgados ya aseguraron un cupo en el nuevo parlamento. Y los verdaderos de todas las especies intentarán, luego de la épica victoria, que el verbo se haga carne. Mientras JAK deberá intentar gobernar sin traicionar a unos y a otros. Se los encargo.

 

¿Milicos pegando tiros en La Araucanía, a pesar de los fotógrafos del INDH? ¿Baja de impuestos, a pesar de la tracalada de bonos y beneficios que la gente espera y alguien debe financiar? ¿Emprenderemos una loca cruzada contra Venezuela y Cuba en la ONU, como si en eso se nos fuera la vida, el honor y la pasión? ¿Intervenir colegios que en clases de tecnología inserten plátanos en un condón? ¿Escopetazos de goma directo al hocico de las orcas de pañuelos de colores en el cogote? ¿Con que ropa? No, eso no se puede hacer.

 

Un eventual gobierno de JAK me dejaría más feliz que orco con una bolsa de pasta base. No me importa lo que haga ese gobierno, siempre será mejor que la alternativa roja. De ahí a que los afanes de JAK sean lo que los verdaderos algo piensan, dista mucho de la realidad.

 

De ganar la elección, JAK deberá defenestrar a todos sus camisas azules, a todos los verdaderos algo, o se arriesgará a quedar aislado por moros y cristianos. Y él lo sabe, no es tonto. Nadie en su sano juicio emprenderá una cruzada de salvación nacional empuñando una espada en una mano y la cruz en la otra. A nadie le importa lo que sucede en la ONU o si venezolanos y cubanos comen todos los días. Los chilenos estamos empeñados en la labor de salvar nuestro pellejo, nuestros bienes y pare de contar.

 

Si JAK gana (que el pulento nos escuche) debe poner paños fríos, seguir con la agenda social que el populacho bárbaro exigió para el “Chile que Todos Queremos”, concentrase en asegurar el orden, el imperio de la ley y el respeto a la propiedad privada ¡Nada más! No están los tiempos para gestas épicas ni defensas de la ortodoxia. Esta vez, Dios y la patria, tendrán que esperar.

 

Los comunistas, que de estas cosas saben mes que nadie, entienden que los compañeros de ruta y los exaltados pueden servir para ganar, pero no para gobernar. Es que las cosas son así ¿Qué quieren que les diga?