EL CRIMEN COMO MODO DE VIDA

Da exactamente lo mismo si los estados de excepción son totales o intermedios, ya que todo es una puesta en escena y a nadie le importa realmente nada de lo que pasa mas allá de sus intereses de cortísimo plazo, como por ejemplo la próxima elección, el próximo bono, la próxima encuesta o el próximo saqueo a “los ricos”.

 

Hoy ha sido asesinado de un tiro en la cabeza un trabajador forestal, don Segundo Catril (por parte de padre) Neculqueo (por parte de madre), araucano o mapuche de pura cepa. Sus asesinos no serán encontrados y, si por causa de alguna desgraciada casualidad que no desean políticos, policías ni tribunales los criminales son hallados, siempre habrá algún abogado rojo, un temeroso juez y algún amenazado testigo que los comprenda y los libere. Todo por la justa y santa causa de la “paz social”.

 

El “problema mapuche”, creado en los albores de los gobiernos de la Concertación, se ha transformado en un tremendo negocio para quienes usufructúan del trabajo y la vida ajenas. Entre complicidad, desidia, tolerancia y muchas veces abierta participación, hemos visto como se ha formado una organización narco-criminal criolla con participación internacional al amparo de la autoridad chilena. Esto, en cualquier lugar civilizado es llamado corrupción.

 

La solución ya es imposible, no por no existir, sino debido a que nadie, absolutamente nadie, se atreverá esta vez a implementar la solución a un problema real, políticamente siempre es mas conveniente y suculento buscar soluciones a problemas creados por los comités creativos de los señores políticos.

 

Boric, el activista político que llegó a la presidencia haciendo uso de la violencia callejera e institucional sistemática, e instigador de todo tipo de ataque a la autoridad, hoy espeta sin el menor signo de vergüenza: “No vamos a tolerar que la violencia se imponga como método para resolver conflictos ni que ese sea el rumbo del país” https://www.emol.com/noticias/Nacional/2022/05/24/1061990/boric-lamenta-muerte-trabajador-mapuche.html La desvergüenza no tiene límites.

 

Esto, como dijo alguna vez el padre del hijo tonto, solo resuelve con… (complete la oración), algo que sabemos no va a ocurrir.