¡QUIERO MI DINERO, AHORA!

La novedad del año para el personal es el “autopréstamo”, dinero que retirarán -de donde más podría ser- de las AFP. Pero ojo, que solo es un préstamo otorgado a si mismo. Tranquilos, que no pasa nada, luego se devuelve y ya está.

 

Los genios del populismo proponen autopréstamos desde el 15% del fondo y las veces que el respetable público quiera, hasta un glorioso, o, como diría el sapito, un morrocotudo autopréstamo de hasta el 100% del fondo. Ni mas ni menos ¿Cómo les quedó el ojo?

 

Pero señores, no nos engañemos, basta recordar el caso licencias medicas recién analizado en el capítulo anterior, y recordar que durante el gobierno del payaso sonriente se borraron, milagrosamente, varios millones de personas de Dicom para luego regresar a engrosar la lista, para poder entender que en el mismo momento en que se autoricen esos autopréstamos, millones de personas lo solicitarán ese mismo día, para nunca mas regresar el dinero al fondo de pensión. Fin del asunto.

 

Pero señores, qué está pasando aquí, ¿Cómo pretende cobrarles? ¿Descuento por planilla a millones de personas? Impensable ¿Apelar al bien comun o a la paz social? Me imagino que es una broma ¿Acaso explicarán en los matinales la importancia del ahorro para la vejez? No veo al Julito y a la Monse en esa performance sin esbozar una socarrona sonrisa entre dichos y cuentas.

 

Pero señores, no nos engañemos, que las multitiendas y supermercados cobran un interés del 20%, 30% y hasta hace poco del 40% anual precisamente porque la gallá no paga sus deudas, de tal manera de asegurarse de que el que paga su deuda, pague por él y por el que no paga (así se utiliza el “riesgo” en Barbarilandia).

 

Pero señores, no nos engañemos, que los bancos, para otorgar un crédito hipotecario, dejan en prenda el bien raíz, o nadie pagaría la hipopteca. Pero señores, no nos engañemos, que para arrendar le solicitan demostrar un ingreso de tres o cuatro veces la renta y dos fiadores y codeudores solidarios con patrimonio demostrable, o nadie pagaría la renta.

 

Pero señores, no nos engañemos, que han modificado la ley de arrendamientos, de tal manera de poder lanzar a la calle rápidamente a quienes no pagan, ya que de no ser así casi nadie pagaría. Pero señores, seamos serios, aunque nos cueste más que un poco.

 

Pero señores, no nos engañemos, y recordemos qué sucede en Barbarilandia minutos después de un gran terremoto o un “estallido”; miles de personas salen a las calles protegidas por la oscuridad y la inacción de las autoridades, saqueando, quemando y robando todo lo que encuentran por delante.

 

Pero señores, no nos engañemos, que estamos en Chile, y en Chile si que pasan estas cosas.  Pero señores, por Dios, ya basta, pongámonos serios por un momento, aunque nos cueste. Ya pues señores, que ya está bien.