"DESCONOCIDOS"

Cada día me pongo más “facho”; será porque cada día que pasa es mayor la ordinariez que inunda este lupanar con vista al mar. Recuerdo las palabras de un -creo- almirante en retiro, quién solicitaba solo tres días para limpiar el sur de Chile. Nos vendía una limpieza exprés. La verdad es que no concuerdo con el almirante, me inclino por quince días, sería más apropiado ¿Cuál es el apuro?

 

Obviamente que ningún gobierno le dará tres, ni quince, ni quinitos, ni mil días al almirante, ya que preferirán continuar manteniendo el asunto “ahí nomás” con tal de seguir acumulando poder y robando. Lo que yo creo, es que estas acciones de tipo terrorista llevadas a cabo por no-terroristas se han transformado en algo permanente y nadie pretende terminar con la costumbre.

 

En fin, son cosas de una democracia que no es democracia, sino elecciones permanentes donde se vota por cualquier atorrante que termina legislando contra natura; de unos derechos humanos de quienes no respetan los derechos humanos del prójimo; de leyes que no son leyes ya son interpretadas, estranguladas, manoseadas y degeneradas por fiscales, jueces y políticos empeñosos; de una frivolidad nacional rampante, y de una contumaz cobardía generalizada.

 

¿Recuerdan a los 600 u 800 “ratis” arrancando a perderse en sus camionetas 4x4 luego de que un pobre indio mal equipado mató a uno de sus compañeros? ¿Recuerdan a Sebastián, primera rata nacional, en la propagandística inauguración de su bombástico “Comando Jungla”, que terminó con aquella bala rebotando en un tractor para luego dar de pleno en el ángel bueno de Catrillanca? A propósito, ¿alguien sabe si aparecieron los vehículos de las profesoras? Al parecer no se los llevaron Catrillanca y sus compinches, más bien se los llevó el viento. Podría seguir aburriendo al respetable público agregando más y más recuerdos reivindicatorios. No creo que sea necesario.

 

Les puedo asegurar que los vecinos de la zona no se atreverán a organizarse en grupos paramilitares que combatan a los terroristas que el Estado de Chile no quiere combatir (yo tampoco lo haría ni les estoy dando ideas locas).

 

De hacerlo, les aseguro que la policía los pilla en dos días, sino antes. Y los políticos los revientan después del desayuno. Y los compañeros de la prensa seria con solo un par de matinales y otro par de noticieros los transforman en psicópatas perversos matones de niños buenos. Y los fiscales y jueces rojos los meten al bote tres vidas completas ¿O no?

 

Por estas razones los vecinos no se organizan, por estas mismas razones yo tampoco lo haría, por estas mismas razones no se los recomiendo, y por estas mismas razones será mejor que se vayan acostumbrando a vivir en peligro.

 

Es la nueva normalidad políticamente correcta, eco-friendly, plurinacional, resiliente, reivindicatoria, verde, multicultural y basada en el diálogo social. Es lo que hay, nadie tiene interés en enfrentar a los “desconocidos” del día.