LENTO, PERO SEGURO

Creo que esto no lo comenté en su momento, no alcancé, aunque aún vale la pena mencionarlo. Nunca fui partidario de hacer renunciar a Jackson. Y digo hacer renunciar, ya que jugar con la posibilidad de que avanzara la acusación constitucional era vender una ilusión al populacho bárbaro. El gobierno saca sus cuentas antes, de llegar a la conclusión de que los votos son insuficientes, siguen hasta el final, Jackson se salva, y queda como víctima; si, por el contrario, suponen que los votos serían suficientes para sacarlo de su ministerio (como fue esta vez), el fulano renuncia antes, y el sinvergüenza se vende como un humilde servidor público que ha renunciado en nombre de… ¿Qué le ponemos esta vez? Puede ser la paz social, la democracia, el gobierno de los compañeros, o lo que haga falta. Fue lo que finalmente sucedió.

 

Yo era partidario de mantenerlo en el poder, dentro del poder, sufriendo con el poder, desgastándose en el poder, al lado de su compañero de trifulcas, delitos y mentiras. Debieron mantenerlo en la vitrina de la prensa, en medio de una avalancha de casos que se dan a conocer día tras día. Debieron dejarlo que se desangrara lentamente, y con él, su socio de fechorías. La paciencia es una virtud, siempre lo es.

 

Además, Jackson debió quedarse a explicar lo que han hecho. Sabemos que no lo hará, y es precisamente por eso que debieron dejarlo en su lugar, para que no explique lo que debe explicar y que todo el mundo se entere que no se ha dignado a explicarlo.

 

Además, Jackson debió quedarse en su lugar a pagar con penas civiles y criminales su lucrativa ocurrencia. Sabemos también que eso no va a suceder, el contralor de la república designado por los políticos, y el fiscal nacional designado por los políticos ya lo anunciaron. Es por esa misma razón que debieron dejarlo en su puesto, para que no pague por sus fechorías y todo el mundo se entere de que el tipo no irá a prisión, ya que sabe demasiado, y puede caer hasta el Merluzo si es que alguien pretende tirar del débil hilito que los sostiene en La Moneda.

 

Por todo esto y mucho más, es que yo no era partidario de la decisión del Partido Republicano. El sinvergüenza estaba tan bien donde estaba, que yo lo hubiese dejado ahí hasta el último día del gobierno de su socio de andanzas criminales. Ya lo he dicho muchas veces, no deben botarlos, deben dejarlo solos, que se caigan solos, que se desprestigien solos, que se revuelquen solos, y todo esto a la vista del respetable público; ese respetable público que después de navidad, año nuevo y vacaciones de verano, no solo no recordará lo sucedido, sino que será capaz de votar nuevamente por Jackson y por el Merluzo.

 

Con Jackson aparentemente fuera del poder y fuera del foco de la prensa, las encuestas seguramente mejorarán ¿Quién gana entonces con esta jugada del PR? Yo creo que los malos. Y se trata de que ganemos nosotros, los buenos. Esto nunca se ha tratado ni se debe tratar de venganzas ni gustos personales, esto es solo negocios, y nada más.