VIVIR ENTRE BALAS

Continúan acribillando gente como si no hubiera un mañana. Hasta en las ferias navideñas agarran a tiros a medio mundo ¡Viejito, pascuero, acuérdate de mí!, cantan los niños inocentes en sus jardines infantiles, mientras la abnegada profesora los ubica bajo de los pupitres al sonido del primer disparo ¡Ya niños, juguemos a las escondidas!

 

La señora lo manda con los niños a comprar papel de regalo y un scotch a la feria navideña, y si regresa a la casa lo hace con un hoyo en la guata ¿Cómo poder convencer a esos niños en kínder o primero básico? ¿Creerán que es solo un juego de las escondidas o ya estarán familiarizados con el estruendo de una pistola e incluso conocerán al tirador? ¡Ese fue el cara’e rana, señorita, es de mi pasaje!

 

Dola Gabriela Mistral nos advertía:

 

PIECECITOS

A doña Isaura Dinator.

 

Piececitos de niño,

azulosos de frío,

¡cómo os ven y no os cubren,

Dios mío!

 

¡Piececitos heridos

por los guijarros todos,

ultrajados de nieves

y lodos!

 

El hombre ciego ignora

que por donde pasáis,

una flor de luz viva

dejáis;

 

que allí donde ponéis

la plantita sangrante,

el nardo nace más

fragante.

 

Sed, puesto que marcháis

por los caminos rectos,

heroicos como sois

perfectos.

 

Piececitos de niño,

dos joyitas sufrientes,

¡cómo pasan sin veros

las gentes!

 

Me contaba alguien que compraba en aquella feria navideña de Maipú media hora antes de que le dispararan a una persona, que los vecinos de su barrio cierran pasajes, colocan alambres de púas, candados en rejas que anteriormente mantenían siempre abiertas. Algunas personas compran sus víveres temprano, y al atardecer se refugian en sus casas. Don Miguel atiende su botillería enrejada; don Mario se gana el pan en su almacén con un revolver bajo el mesón y el corazón en la mano. El temor reina en las calles de Maipú, y no solo en Maipú. Muchas comunas del país han sido tomadas por los criminales.

 

Un ajuste de cuentas, una discusión callejera, un encargo, un robo, una mirada considerada impertinente, o el simple gusto; cualquier excusa es válida para tirar a matar. En San Bernardo, Puente Alto, la Pintana… ¿dónde fue?, una de las víctimas de este fin de semana terminó con veinte tiros en el cuerpo. Ya es costumbre, y al parecer solo puede empeorar.

 

Me temo que en cualquier momento la gente se acostumbrará a la nueva normalidad, si es que ya no lo han hecho. Oiga, no salga a tal hora; cuidado con las encerronas y portonazos. Mijito, no vaya a la calle con la pelota, Messi puede esperar, quédese jugando a matar gente en su consola. Maten en línea, que es de mentirita, mire que en la calle matan de verdad ¡Y no se ponga frente a la ventana, que las balas vuelan! ¿Será que las balas son las locas? Cuesta creerlo. Del amigo imaginario pasamos al amigo virtual. De las bolitas, la pelota y el cachipún hemos pasado a no sabemos qué cosa.

 

Algún día las noticias de asesinatos dejarán de aparecer en televisión y diarios, o lo harán en un espacio reducido. La época del asombro habrá concluido ¿Quiénes les temen a las fauces del lobo feroz? Los peores cuentos se han hecho realidad y la gente necesita más y más para atemorizarse. Una cabeza dentro de un basurero y las manos colgadas del alambrado público asustan como asustaba el fantasma de Pipiripao ¿O era de Cachureos? Eran otros tiempos y éramos otros nosotros también.

 

¿Ya no será noticia de la semana la degradación moral del país? Quizá en algún momento el crimen desatado no sea considerado una degradación de ningún tipo ¿Cómo dicen ahora? ¡Todo es relativo, no hay verdad ni mentira! ¿El mal es un “constructo social? ¿Otro más?

 

Hoy en día usted puede auto percibirse como él, ella o elle sin más que su deseo momentáneo. Una criminal es víctima del sistema neoliberal; el otro es un luchador social; el de más allá es indultado por nuestro presidente delincuente ¿No concuerda con la razón y el sentido común? No es necesario hacerlo, esos también deben ser sospechosos constructos sociales.

 

Para los creyentes y para los que no, sigamos con la palabra de Dios para algunos, o la palabra de la sabiduría acumulada durante milenios para los otros, Jesús no nace todos los días, aprovechemos.

 

Génesis 4: 8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. 9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?