¿SOMOS O NO SOMOS?

Que sí somos como Ecuador; que no somos como Ecuador, dice el Merluzo; que lo de Ecuador aquí no va a pasar; que sí va a pasar. Déjense de hablar huevadas de una buena vez y reconozcamos públicamente que medio país está de acuerdo en quemarlo todo y la otra mitad no se atreve a evitarlo.

 

En La Moneda circula un grupo de atorrantes que llegó al poder delinquiendo en vivo y en directo por televisión, que se han dedicado a robar todo lo que pueden y que intentaron aprobar una constitución que legalizaba el robo ¿Algo más?

 

Sí, algo más: En La Moneda circula un grupo de atorrantes que se apuso a toda ley que intentaba facilitar el trabajo de policías y tribunales. Apoyan las tomas de propiedad privada; la destrucción de colegios y el terrorismo en el sur. Sus declaraciones abundan en YouTube, televisión y la prensa ¿Algo más?

 

Sí, algo más: Sabemos que esta gentuza aprueba el uso de drogas, de hecho, muchos de ellos con toda seguridad las utilizan. Pregunta: ¿A quiénes les compran las drogas? Pues a delincuentes, ya que la venta está prohibida. Esta gentuza trata con delincuentes (valga la redundancia) ¿Algo más?

 

Sí, algo más: Esta gente gobierna debido a que la mayoría del país es como ellos, o no estarían donde están. Los han elegido para robar y repartir parte del botín, lo sabemos; es decir, también son unos delincuentes. Entonces, si la mayoría del país es delincuente, ¿Cómo no va a haber delincuencia en el país?

 

El escandalo diario producto de cuerpos abandonados en la carretera atados de pies y manos; otros descuartizados y otros…, etc, etrc, etc…, son eso, el escandalo diario. Bajo este escandalo se esconde el verdadero Chile, aquel en que la inmensa mayoría del país (no miento, las elecciones lo comprueban) tiene como fin último robarle al vecino; aquel en que todo, absolutamente todo lo que emana del estado es corrupto ya que los empleados contratados son amigos y parientes, las licitaciones las ganan amigos o parientes, o al menos cómplices que sobrefacturan para luego repartir lo robado, y la mayoría de los “beneficios sociales” no son más que cohecho para ganar elecciones.

 

Que en la televisión ecuatoriana aparezcan un grupo de monos indecentes saltando y chillando no nos hace diferentes a ellos; no es necesario esperar al Festival de Viña, dense una vueltecita por algún barrio algo peligrosón (que cada vez son más) y verán que tememos más de lo mismo y en cantidades industriales. Y no, no son solo colombianos, venezolanos o haitianos, la gran mayoría son chilenos ¿O no?