¡SALUD!, POR LO QUE QUIERAN

Nuevamente intentaron atentar contra la vida de Donald Trump. Dirán que sí y que no; que en realidad no es así, que es asá. El asunto es que un tipo esperaba agazapado detrás de unos matorrales en el campo de golf donde practicaba Trump, aperado de una AK47. Aparentemente un partidario de la guerra de Ucrania. Y como sin nada… ¿Se imaginan un atentado contra la Ke-mala? Los compañeros de la prensa seria iniciarían una romería sin fin.

 

El finadito aspirante a santo, Víctor Jara, cantaba:

Y acabando con la bala

Ella no es mala, ella no es mala

Todo depende de qué, cuándo y

Quién la dispara, quién la dispara

 

Aquí lean completa la incitación al crimen del finadito: https://www.letras.com/victor-jara/1799151/

Y luego preguntan por qué jué… ¡Ja!

 

Aún queda harto tiempo hasta el cinco de noviembre y días posteriores, ya que los “loquitos sueltos” no escasean ni allá, ni acá, ni en ningún lugar. Viva la democracia verde, inclusiva y resiliente.

 

En Barbarilandia, la fiesta recién comienza. Cada uno celebrando o no lo que le da la gana. Yo no celebro ninguna huevada porque no me interesa. Para mí, el 18 siempre fue la fiesta de los curados. Igual una reunión familiar y un asadito no hace mal. La playa está semi vacía hasta el momento.

 

En el colegio del cabro chico presenciamos lo mismo de todos los años, un grupo de niños cuasi obligados bailando disfrazados de indígenas a cambio de obtener un siete en educación física, o conformarse con un uno por no asistir. Así quien no hace el ridículo por un rato y se las da de patriota.

 

¿Qué es la patria? ¿Y qué es el estado? ¿Y la nación? ¿Y qué más? ¡Ah!, ¿y qué es la democracia? Si el discurso de la democracia es el negocio de los políticos; el discurso de todo lo demás será más de lo mismo, supongo yo, aunque algunos aún no se enteren. Por la patria se pagan impuestos que roban los demás; se respetan leyes que no respetan quienes las escriben y las aplican, y se va a morir al frente de batalla en nombre de una patria que controlan quienes se quedan en la retaguardia ¡Salud!

 

A mí, esta cosa de la patria, el nacionalismo y el estado, me da tirria, que quieren que les diga. Son sinónimo de abuso, lavado cerebral, historias intencionalmente manipuladas cuando no falsas del todo, y que muchas veces terminan en tragedias. Agréguenle ideologías raras y ya estamos todos matándonos unos a otros en nombre de la frase de la ocasión. La historia está ahí para quien sepa leer.

 

Este pechito es partidario de una civilización sin estridencias ¿Qué tal si quienes habitamos un país determinado, seamos quienes seamos y vengamos de donde vengamos, intentamos respetar la vida, la libertad y la propiedad de todos?

 

Un país con leyes justas y apegadas al sentido comun, dirigido por personas normales, capacitadas y decentes, a quienes se les paga un sueldo normal por su trabajo, con poder muy limitados, y entendido que una mayoría no da la razón a nadie. Una administración necesaria y nada más. Y sin “ponerle tanto color”.

 

Es que yo soy muy civilizado pues, austero, y simple para vivir y pensar. Será por eso por lo que “no me hallo” entre tanta cosa rara, inútil e innecesaria; y será por esto que nunca me convencieron de estas cosas, por más cuecas y disfraces con los que me disfrazaban en el colegio ¡Otro salud!