LA LEY AL SERVICIO DEL QUE PUEDE

Está muy entretenido es espectáculo. Repitan conmigo: Juro no volver a tomar pisco sour nunca más en la vida. El Monsalve sigue libre, pero el Mago ha sido enjaulado por ser “un peligro para la seguridad de la sociedad”. Cosas de Barbarilandia.

 

Algo le están echando al pisco sour, porque después de tomar un par de ellos el personal pierde la memoria. Lo que no se pierde es la picardía y el oportunismo para obtener algo a cambio de lo que se ha entregado con el sudor de la frente.

 

La ministra feminazi de la mujer, Antonia Orellana, aseguró que el Monsalve no fue removido de su cargo al instante ya que no es un portero, sino un ministro. Je…je…je… Como ven, la rojilla está junto al pueblo y contra los poderosos de siempre. Ya sabe usted estimado lector, no intente buscar peguita de portero con los rojos, no lo verán con muy buenos ojos.

 

Hasta hace un par de horas, la supuesta víctima del saco de weas de Valdivia era tatuadora, ahora resulta que es tarotista, mañana puede ser druida celta y nadie se extrañaría a estas alturas de la partida. Entonces no lo dibujó, sino que lo adivinó. Le dijo la cabra: te ye veo un futuro muy negro, maguito; y el Mago no se lo creyó.

 

El activismo estridente de las feminazis con pañuelitos de colores en sus transversales y resilientes cogotes no aparece por ninguna parte. Aun no incendian La Moneda, derriban paraderos de micro, defecan en la Alameda, ni se sacan una bandera chilena del orto. Tampoco la fiscalía ha declarado al Monsalve tan peligroso para la sociedad como el Valdivia, además de manipulador de pruebas, corrupto, abusador de poder y todo el listado que ya conocemos y que está por conocerse.

 

Mientras tanto, el gobierno intenta con desesperación afirmar la estantería de su pudridero, decretando junto a la entusiasta e indisimulada complicidad de la fiscalía, una amnistía de facto para el Monsalve hasta después de las próximas elecciones. Miren ustedes que al Monsalve se le haya ocurrido violar a la comadre justo antes de las elecciones, causando repulsión entre el personal que los vota al conocerse las maquinaciones de un gobierno que se define cara a la galucha como promotor y defensor del feminismo, y que naufraga con su desequilibrado gran timonel fuera de control.   

 

Nuestro bodrio democrático se basa en suponer que Barbarilandia es un estado de derecho; un derecho que redacta la casta privilegiada y ladrona a su antojo y el antojo de los “poderosos de siempre” que los coimean y financian de manera permanente.

 

Un estado de derecho de pantomima al que, por supuesto, no se somete el poder político y sus cómplices activos y pasivos, poder que crea leyes a su antojo y conveniencia, y que validan y respaldan el maquiavélico plan ideológico reinante. La ley es para el perraje.

 

La fábrica de leyes de Valparaíso, siempre cambiante y observante de ordenes emanadas directamente desde ONG corruptas y desde la autoridad mundial europea, norteamericana y otanista, no tiene otro objetivo que imponer sus locuras y su conveniencia a una población amancebada.

 

Son leyes absurdas, totalitarias, irracionales, incongruentes, siempre pensadas en servir a quienes ostentan el poder y puede imponer sus designios de acuerdo con su capricho o conveniencia. Es así como una mujer acusa a un hombre de haberla violado, y este, si es que no es un “poderoso de siempre” o parte del plantel de corruptos, termina en prisión hasta que demuestre su inocencia. El otro no.

 

La ley positiva, es decir, la legislación diseñada al arbitrio de quien manda o gana una elección, no se redacta para aplicar justicia, sino para imponer la voluntad del poderoso, salvo que esta ley se vuelva contra él.

 

Este uso arbitrario de la ley y la interpretación torticera de fiscales y jueces es la esencia del totalitarismo, un totalitarismo revestido de legitimación al ser respaldado por gentes incultas y oportunistas que participan en la fiesta de la democracia entregando la libertad de todos a cambio de un miserable regalito para ellos, si es que este regalito algún día llega y no lo terminan pagando ellos mismos.

 

Si Valdivia, como dicen algunos expertos por ahí, fue detenido por flagrancia, y Monsalve se salvó por la dilación del gobierno, yo tengo derecho a suponer que la complicidad parte desde el Merluzo hacia abajo.