OMERTÁ PALACIEGA

Toda la patulea infecta del gobierno conoció el “Caso Monsalve” e intentaron ocultarlo, hasta que se les desmoronó el tinglado luego de ser publicado por La Segunda.

 

Lo supo el Merluzo, la Gollum; Carlos Durán, el jefe de gabinete; Miguel Crispi, el jefe de asesores; Ilse Sepúlveda, quien las ofició de matona del grupo amedrentado a la señora violada; etc… A mí que no me vengan con que la Novia de Chuky no lo sabía ¡Ja! ¿Acaso la protegen por ser una futura carta presidencial? Lo sabía todo el mundo, ganaron tiempo, ocultaron información, enviaron a Monsalve al sur, utilizaron a la PDI y vaya a saber usted qué más.

 

El gobierno actuó mafiosamente, como no podría haber sido de otra manera si recordamos su historial delictual desde las universidades, pasando por las calles y el golpe de estado a Sebastián.

 

En el gobierno feminista no aplicaron la ley Karin, es más, ni siquiera habían implementado su protocolo de rigor. Demócratas, feministas, sociales, empáticos, ecológicos y resilientes al peo del hocico hacia afuera.

 

En un país decente, serio y probo -sabemos que Barbarilandia no lo es- el Caso Monsalve sería una hecatombe para este gobiernucho de turno, no solo por lo sucedido, sino por la desvergüenza en actuar estrictamente al contrario de todo lo que esta organización mafiosa de atorrantes de baja estofa les vendió a sus encandilados electores-cómplices durante años.

 

Porque el gobierno de atorrantes encabezado por el Merluzo, a pesar de conocer la magnitud de la denuncia, permaneció impasible por un perverso cálculo político, engañando o intentando engañar al país completo ¿Y si las amenazas a la señora aquella hubiesen surtido efecto, la engañifa al pueblo pide bonos hubiese sido exitosa? ¿Hubo tal vez algún intento de compra de la señora aquella con dinero de fondos reservados? Lo digo porque luego de conocer todo lo obrado, no sería de extrañar.

 

La maquinación palaciega es una nueva prueba de la abominable falta de escrúpulos de esta banda de atorrantes y delincuentes que rige el país gracias a quienes votaron por ellos a cambio de dinero, bonos y prebendas que serían financiadas robando a los demás. El pueblo de chile siempre ha sabido quienes son estos canallas y precisamente por eso los eligieron. No es ahora el momento de negarlo.

 

El ocultamiento y, por lo tanto, la actuación dolosa del gobierno merluciano, es una realidad que nadie podrá ocultar, ni la izquierda criminal, ni la prensa cómplice, ni la derecha cobarde, ni los grupos de choque que hoy brillan por su ausencia en calles y avenidas desprovistas de todo tipo de atorrantes, delincuentes, pañuelos de colores y llorosas mujercillas feminazis de mierda al servicio de quienes les pagan por sus horrendos servicios de amotinamiento callejero.

 

No nos equivoquemos, este no es un gobierno de jóvenes incompetentes aunque bien intencionados, es un gobierno de una mafia organizada cuyo objetivo final siempre ha sido robar todo lo que les sea posible, y ojalá para siempre.