EL COMITÉ DE LA CORNETA

El comité de ministros rechazó una vez mas el proyecto Dominga. No sé si tal proyecto es bueno o es malo, lo que sí sé, es que el comité de ministros no debiera existir. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/01/08/1153627/andes-iron-dominga-reacciones.html

 

¿Qué es eso del comité de ministros? Es impresentable ver a un  grupo de políticos dictaminado dedo arriba o dedo abajo si un proyecto que pasó por todas las instancias correspondientes se aprueba o no se aprueba a última hora y solo por razones políticas.

 

Y en el caso de este gobierno, un grupo de atorrantes decidiendo cuestione técnicas, a pesar de no haber trabajado nunca en su vida. No es razonable, ya que todos sabemos que Boric hizo una promesa electoral de no apoyar el proyecto, por lo tanto, todo el procedimiento burocrático estuvo demás, ya que el dedo hacia abajo lo decide todo, y lo que es peor, en nombre de la democracia.

 

Dudo, y con fundamento, que los analfabetos del comité de ministros comprendan algo referente al proyecto en cuestión, sea este bueno o malo. Seguro no entienden lo que leen, ya que egresaron de la universidad por obra y gracia del compañero profesor y en pago por los favores prestados a la causa revolucionaria.

 

La verdad es que los señores politicuchos sentados en la poltrona del comité de ministros ni siquiera leyeron el informe de un proyecto que han denostado desde hace años. No hay razón para apoyarlo ahora, sea o no sea un buen proyecto, si defenderlo hoy sería pagar un costo político, su única y real preocupación. Ni ellos ni la legión de asesores, expertos y escribidores de papers que justifican sus acciones habrán estudiado un proyecto que ni quieren, ni entienden.

 

Vivimos en un paisucho a medio morir saltando, donde nos inventamos periódicamente excusas estúpidas que pretenden justificar absurdas y tramposas reglas del juego que nadie respeta, con señores políticos que viven pensando en grescas televisivas, tediosos debates parlamentarios sin sentido alguno ya que se vota con la obediencia ciega de un régimen militar, mientras se entretienen jugando Candy Crush en su teléfono, para luego montar contiendas teatralizadas a la salida del hemiciclo balbuceando las palabras de siempre: ultraderecha, izquierda radical, democracia, pueblo, derechos ciudadanos y leseras de ese tipo.  

 

Todo este grotesco y ceremonioso espectáculo no es más que una farsa siniestra, una glorificación de la hipocresía que no hace más que agravarse día a día, hasta llegar a la burla y el cinismo más chabacano que estas mentes siniestras pueden inventar.

 

En cualquier país medianamente normal donde rigiese el imperio de la ley, una puesta en escena tan sórdida y evidente no sería posible. Aquí sí que lo es, y lo es, ya que con un populacho bárbaro zombificado pidiendo colgar a los ricos de la luminaria de la plaza de su barrio, para observar, fotografiar y subir a las redes sociales el cadáver maloliente del atrevido personaje que osó ser rico, no podemos esperar algo mejor.

 

Recordemos siempre que la banda de ladrones de la oligarquía política que regenta el lupanar con vista al mar y hoy compone el comité de ministros que falla a su gusto con el dedo arriba o el dedo abajo, fue puesta ahí por la muchedumbre fanatizada y envilecida que los señores políticos se han empeñado en enfrentar a muerte entre ellos para de esta forma poder mantenerlos bajo control.