PELIGRO PARA LA HUMANIDAD

El mayor peligro para la humanidad es el gobierno de Israel. En los próximos días se celebraría una nueva reunión entre Irán y USA para intentar avanzar en los acuerdos referentes al tema nuclear, algo que el gobierno israelí no quiere aceptar, y para eso inicia un nuevo ataque contra Irán.

 

Israel no quiere la paz en el Medio Oriente, es más, busca el caos total como paso previo a su demencial intento de crear lo que ellos denominan “El Gran Israel”, justificando tal barbaridad con argumentos divinos (Luego dicen que los musulmanes son los fanáticos).

 

Netanyahu, el psicópata que encabeza Israel, es, según los analistas internacionales serios, un moderado dentro de su gobierno, por lo que ustedes podrán imaginar -si es que están dispuestos a hacerlo- qué tipo de gente diabólica encabeza el proyecto supremacista, genocida y fanático que implica el exterminio de sus vecinos y la apropiación de su territorio.

 

Netanyahu escribe hace más de tres décadas su libro “luchando contra el terrorismo”. En el expone su plan supremacista -algo muy parecido a “Mi Lucha” de Adolfo Hitler que nadie tomó en cuenta en su época-. En él desarrolla la idea de transformar a siete países de la zona en estados fallidos, como paso previo para someterlos. Estos son: Somalia, Sudan, Libia, Líbano, Siria, Irak e Irán. Todos ellos, salvo Irán, hoy están convertidos en estados fallidos, invadidos por USA, con sus gobiernos derrocados y en plena guerra civil. La existencia del estado de Israel, según Netanyahu y sus socios, depende de someter a la muerte, la miseria, el hambre y la guerra permanente a cientos de millones de personas.  

 

Si este es el precio del experimento de crear Israel, evidentemente nunca debió haberse creado.

 

Estos países, según Netanyahu, eran en su momento quienes apoyaban decididamente la causa palestina, por lo que él los acusaba de terroristas, aunque no lo eran.

 

Este macabro plan no hubiese sido posible sin el trabajo del lobby sionista, cuya principal organización, el AIPAC, influye en la casi totalidad de los representantes y senadores norteamericanos, transformando así los criminales intereses israelíes en política de estado norteamericana y, por lo tanto, de sus aliados de la OTAN.  

 

¿Es razonable que toda la humanidad pague este precio como consecuencia de la formación de un estado artificial que, basado en el sionismo, fusiona la religión con la política, justificando la expansión territorial y el exterminio masivo como un mandato divino, y que además, según la misma resolución de la ONU que lo creó, debía fundarse al mismo tiempo que un estado palestino que nunca vio la luz?