DIOS MIO CRISTINA!!!!.

Hay Dios mío. Así decía mi abuela, y así dice mi madre cada vez que sabe de alguna barbaridad. De esas que no tienen explicación. De esas que piensan que no tienen remedio. Bueno, la última barbaridad de la populista Cristina Fernández, consiste para empezar, en lo obvio, lo habitual, lo de siempre, decir que todos los males que están aquejando a Argentina vienen de afuera. Claro, de donde más podrían venir, si los argentinos son tan serios, tan trabajadores, y tan responsables. Dios mío Cristina!!!!. El remedio que propone nuestra vecina para resolver todos los males que afectan al “País hermano” desde otra galaxia, es ni mas ni menos, que crear una burbuja inmobiliaria. Si!!!!. En serio!!!!. Leyeron bien!!!!. Una burbuja inmobiliaria, a la española, a la norteamericana. Como si la economía mundial no tuviera ya suficiente, ahora la Cristinita se quiere mandar otra cagada. Claro, como los argentinos se creen europeos. La idea consiste en un plan de entrega masiva de 400.000 créditos habitacionales por un monto de hasta US$ 77.000 cada uno, lo que podría totalizar hasta US$ 30.800.000.000. ¿Qué cuanto es eso?. Poquito, treinta mil ochocientos millones de dólares nomás. Si total, para eso son argentinos. Dios mío Cristina!!!. Claro que eso no es todo, ustedes saben, de los políticos siempre se puede esperar más. Estos créditos, están dirigidos a personas que no tiene acceso al financiamiento bancario privado, es decir, a la gente que los bancos no les prestan porque saben que no van a pagar ya que no tienen con que pagar. Igualito a los NINJAS norteamericanos. ¿Qué tal?. Y los recursos se obtendrán del dinero que se robó el gobierno argentino de los fondos de pensiones hace unos años atrás, y del erario público, si es que existe en Argentina algo así como erario público a estas alturas con la inmensa fuga de dólares de los últimos meses. Entonces, el tinglado que está montando la Cristina para terminar de hundir a su País y así mantenerse en el gobierno el mayor tiempo posible, va como sigue. El crédito lo puede obtener cualquier persona pobre entre 18 y 65 años, pueden pagar un dividendo de hasta el 40% de su ingreso mensual (nótese, 40% del ingreso mensual de un pobre joven sin trabajo o de uno jubilado), la tasa de interés será de entre un 2% y un 4% anual (hay que hacer notar que la inflación argentina es de un 2% mensual), y el plazo para pagar (bueno, lo de pagar es broma, ustedes me entienden) será de entre 20 y 30 años. Dios mío Cristina!!!!. Para terminar, si alguno de ustedes me cuanta como una persona pobre que seguramente no tiene dinero para comer puede destinar el 40% de su ingreso, es decir, el 40% de lo que le sobre, es decir el 40% de nada, para pagar el crédito, me avisan, nos postulamos al Nóbel de economía, nos vamos a medias con la plata del premio, y la medalla se la regalo, esa huevada no me interesa. Y si a alguno se le ocurre como podrá el gobierno argentino recuperar un crédito a 30 años con una tasa de interés del 2% anual si la inflación es de 2% mensual, nos postulamos otra vez, aquí también nos iríamos a medias con el premio, y la medalla……….bueno, ahí veremos que hacemos con ella.