CABRITOS Y CABRITAS SOCIALES.

En la elección del centro de alumnos de la UC ganaron los comunistas. Se preguntarán como puede ganar la extrema izquierda en una universidad supuestamente ABC1, o supuestamente de derecha, o colóquenle ustedes el nombre que quieran. Muy fácil, con los votos de la extrema izquierda, de la izquierda, de los socialistas que no quieren a la derecha, de los DC que tampoco quieren a la derecha y por último, de todos esos cabritos y cabritas que sus papis matricularon en colegios de curas rojos y rosados con la espuria intención de que se codearan con, se acercaran a, tuvieran roce con, conocieran a y armaran redes. Así, le entregaron a corazoncito de papá y mamá a los curitas, y estos, tan inteligentes como fanáticos, le inculcaron lo social. Les inocularon culpa a raudales, los motivaron para clavar tablas en el techo, los llevaron a Punta de Tralca, los convencieron para hace algún voluntariado y los mandaron a recorrer Chile con la CVX.

Hoy, muchos de esos cabritos y cabritas se sienten culpables por las desgracias de este mundo, aunque no saben muy bien la razón de ello. Se avergüenzan de los logros económicos de sus padres, los mismos que permitieron matricularlos con los curitas rojos y rosados, vivir donde viven, veranear donde veranean y codearse con.

Entonces, estos cabritos y cabritas votaron por los comunistas. Por culpa. Porque son sociales. Porque han hecho turismo social en las poblaciones. Porque se ve bien hacerlo. Y porque tal vez suponen que no los va a afectar en nada, ya que una vez que termine la votación, tal como terminaban de clavar tablas en las poblaciones, volverán a sus cómodas casitas en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Esas casitas que sus papis les compraron con el dinero que les gusta disfrutar aunque prefieren no saber cómo se obtuvo.

Una vez fuera de la UC, no creo que alguno de ellos decida vivir en Pudahuel, ni pretenda casarse con gente que no sea como uno. No matricularán a sus hijos en escuelas con número, ni se atenderán en consultorios. Una cosa es ser social los fines de semana, después del colegio o en la votación de la UC, y otra es pasarse de huevón.

Estos cabritos y cabritas pueden jugar a ser sociales o a ser comunistas, y sus papis podrán ser fascistas, capitalistas o descorazonados, pero pucha que se vive bien en Vitacura.