CANONIZANDO A CHAVEZ.

Creo que en Venezuela ya se está implementando una salida para el “Socialismo del Siglo XXI”, o como se dice, el “chavismo”. Culparán al mono Maduro por el desastre que inició el mono Chavez, de tal forma de salvar el “legado del comandante Hugo Chávez”. Algo así como la versión moderna del “legado del demócrata Salvador Allende”. Dicho de forma simple, el relato histórico diseñado por la izquierda y tolerado por el resto de la población, incluida la derecha venezolana y los empresarios, esos que se acomodan con el poder de turno, es que “Maduro tuvo la culpa”. Traducción: el sistema fue bien diseñado, pero mal implementado, por lo que merece una nueva oportunidad…apenas se pueda.

Capriles dijo que “Maduro es un error en nuestra historia”. Uno de los caporales de la OEA trató a Maduro de dictadorzuelo. Y uno de los jefes militares del país también culpa a Maduro. Ya lo sabemos, es necesario sacrificar a alguien para salvar al resto, y Maduro será el chivo expiatorio.

El verdadero error histórico de Capriles y su séquito de politicuchos será intentar evitar encontrones con la izquierda salvando la imagen de Chávez, o al menos no interveniendo mientras la izquierda repleta las calles y plazas de Venezuela con estatuas del “comandante” ¿Ven que la historia se repite paso a paso?. Venezuela es la nueva Chile. Me conformo con que Chile no sea el nuevo Venezuela.

Estos simplismos con que le cuentan historias al populacho bárbaro son habituales. La gente no es capaz de comprender un relato que salga del típico argumento de teleseries donde el bueno y el malo se pelean por la chiquilla buena, y una mina más mala que el natre humilla a la pobra cabra que termina siendo la heredera de toda la fortuna del millonario de turno. A la gallá no le da para más.

Como podemos apreciar, estos países del fin de mundo no tienen futuro alguno. Mientras en Chile veneran a Allende, en Argentina a Perón, y ahora en Venezuela se aprestan a hacer lo propio con Chávez, las verdaderas razones por las que el comunismo, el socialismo y el estatismo, todas ideas del mismo tronco, jamás funcionan, no se dan a conocer.

Y así repetimos la historia, una, otra, y otra vez. No es el destino, somos nosotros.