TODAS LAS MICROS LES SIRVEN.

Para que vean como es la política. Lagos, el amado por los empresarios, pretende continuar la obra inconclusa de la Nueva Mayoría, y Piñera, el destructor de la derecha, aparece casi como un salvador del modelo. Esto se lo anticipé hace tiempo a don Hermógenes, en la época que proclamaba a Lagos como el mal menor.

Este aparente cambio en las ideas, que en realidad no es más que un cambio en “los porfiados hechos”, se debe a la polarización en la política chilena. Hoy Piñera necesita, si es presidente, refugiarse en “su sector”, aunque sabemos que el sector del payaso es él mismo. Igual para Lagos.

Por eso se confirma mi tesis de un Lagos más a la izquierda y un Piñera más hacia la derecha. Sumaron dos más dos y llegaron a la única conclusión que podían llegar. El próximo gobernante debe regentar este prostíbulo con vista al mar apoyado en su núcleo duro, es eso o naufragar a los pocos meses de asumir.

Tatán I “el turbio” ya sabe lo que le espera, hordas rojas vociferando estupideces y escupiendo saliva rabiosa día y noche, en nombre la igualdad, la equidad y los derechos. De no girar a la derecha, le espera algo peor que durante su gobierno pasado. Unos no lo querrán y los otros lo odiarán.

Ni Lagos ni Piñera han cambiado, son las circunstancia las que cambian y ellos se acomodan a ellas. Le llaman política.