EL SHOW DEL POPULACHO BÁRBARO

21:00 hrs. Recién. Ahora mismo. Estoy leyendo noticias en el computador, mientras un ensordecedor ruido de aplausos, chillidos y expresiones desquiciadas me interrumpe. La patrona y el cabro chico me informan que la gente festeja al personal médico. En Barbarilandia copian muchas cosas, sobre todo aquellas buena onda y políticamente correctas. En Italia y España, el mismo populacho que incumple la cuarentena durante el día, aplaude a rabiar durante la noche. Un relax buena onda. Un buenismo ridículo. En Barbarilandia se copian estas demostraciones de frivolidad.

Aquí no se copian ni la previsión taiwanesa, ni la disciplina alemana, ni la responsabilidad suiza. Eso ya es muy complicado, hace falta auto control, orden y tener la capacidad de ver más allá de mañana en la mañana. Aquí, el populacho bárbaro demuestra su incultura saliendo a la calle sin razón alguna, buscando como hacer la trampa, contaminando a sus semejantes y, por lo tanto, colapsando hospitales y clínicas donde trabajan los festejados por la multitud. En Chile sí pasan esas cosas.

Basta observar las calles. Lo veo por la ventana. Algunos salen a por un kilo de pan, otros a saludar a la vecina, otros a pasear al perro ¡Las calles están llenas de gente! Todo el mundo tiene un gran motivo para no colaborar con los festejados de las nueve de la noche. Son los mismos que golpeaban ollas mientras Chile ardía por los cuatro costados en octubre y noviembre pasado. Solo las vacaciones de verano nos salvaron ¡Nos vemos en marzo! Esta vez no es tan fácil.

No necesitamos aplausos, necesitamos colaboración. Necesitamos que el “chilenito vivo” no intente sacar partido de la situación, que no se hagan los tontos, que cumplan con sus compromisos adquiridos y que no colaboren con la propagación de la enfermedad. Necesitamos menos payasos, menos frivolidad, menos ridiculez, menos populacho bárbaro. Se ve difícil.