2021

Las vacaciones del populacho bárbaro nos han costado hasta el momento decenas de muertos, cuarentenas, ruina económica, nuevas quiebras y miles de millones de dólares de los contribuyentes que se asignarán a dedo “a quienes más lo necesitan”. Y esto aún no se detiene.

 

El mismo gobierno que autorizó pantagruélicas vacaciones, ahora decreta eternas cuarentenas, entrega millones de permisos para evadir las cuarentenas, luego decreta dos días sin permisos para evitar los permisos que evaden las cuarentenas je…je…je… (la gallá saldrá igual) y recibe merecidos insultos de la otra doctora comunista como si nada hubiese dicho. Estos tipos son verdaderamente unos infelices, la doctora también lo es, y sus disculpas no se las cree nadie.

 

¿Alguien dudó que luego de soltar a millones de salvajes durante el verano, nos encontraríamos en esta situación en marzo? Evidentemente todos lo sabíamos. Son las vacaciones más caras y mas sangrientas de la historia. Y no hay excusa, en Europa sucedió lo mismo seis meses antes.

 

¿Es posible convocar a elecciones en medio de una cuarentena masiva? Claro que es posible, más aún en Barbarilandia, lupanar que vive de sucesivas fiestas de la democracia y sucesivas promesas que las sustentan, o más bien que sobrevive a ellas a pesar de todo.

 

Somos un país de cobardes tratando de regentar a hordas de descerebrados sin ningún éxito. Antisistemas, antisociales, sinvergüenzas, sociópatas, vividores, vagos, imprudentes, indolentes, todos reunidos en su solo cuerpo, el del “chilenito vivo”, demuelen lo poco que va quedando de lo que alguna vez fue, y no por mucho tiempo, un país en vías de desarrollo, mas no de civilización.

 

Luego de las cuarentenas, votaciones, vacunaciones, discursos, amenazas y repartijas de dinero ajeno, nos encontraremos con manifestaciones criminales, saqueos y demás actos de salvajismo organizado, que las fuerzas del orden no serán capaces de disolver, ni el gobierno tendrá el interés de desactivar entes de que se manifiesten.

 

Regresará el saqueo y la receptación. Manteros colmarán calles y avenidas con productos que dirán Falabella y Ripley, mientras Carabineros y guardias municipales resguardan que las actividades delictivas se desarrollen en tensa calma. Yo los he visto en el centro. Carabineros y guardias municipales pidiendo por favor a delincuentes que reducen especies en el Paseo Ahumada, que se ubiquen un poco mas allá para dejar circular a los peatones.

 

Organizaciones criminales y políticos que respaldan el delito se tomarán calles, ciudades, y por supuesto la Asamblea Constituyente, amenazando a los participantes. La nueva constitución se redactará con el puño de los miembros y la letra de la delincuencia roja.

 

Nos espera un año de privaciones, incertidumbres, enfermedad y ruina. Mientras la respuesta de la gente, autoridades y oposición será más desorden, más improvisación y más violencia. Veremos a organizaciones de fachada convocando a movilizaciones y actividades delictivas que sus huestes desarrollarán con entusiasmo. La chusma saldrá de sus guaridas y se tomará el país, en busca de un nuevo y milagroso “modelo” que los interprete. Un modelo que premie al pillo y al ladrón; al sinvergüenza y al ignorante; al violento y al resentido; al envidioso y al miserable. Veremos en que termina todo esto. Yo soy pesimista, lo siento. Es que no veo a nadie que pretenda enfrentarlos.