FUERA DE ÓRBITA

El Administrador Provisional de Palacio insiste en evitar el tercer retiro de 10%; el Ministro de Educación nos asegura que están dadas las condiciones para el regreso a clases, mientras el país casi completo está en cuarentena; la señora que previene el delito no previene nada, mientras la policía clausura a comerciantes, multa a transeúntes y encarcela a vecinos con sus mascotas.

 

El Sherif designado en la “macrozona” continúa llamando a diálogos de sordos y presentando querellas en contra de nadie; los sucesivos ministros de hacienda persisten en cobrar todos y cada uno de los impuestos a personas y empresas empobrecidas. Ellos no pierden nunca. El botín de los políticos y sus funcionarios no se toca.  

 

¿Cómo puede existir tanta estupidez, tanta ignorancia, tanta frivolidad y tan poca vergüenza? Principios que jamás se defendieron durante las décadas pasadas, se intentan imponer hoy, en medio de una crisis total, sin entender que el populacho bárbaro tendrá la última palabra dentro de tres semanas ¿El gobierno defiende el sistema de pensiones? ¡Pero si la próxima Asamblea cambiará el sistema de todos modos! Dar peleas perdidas a estas alturas del partido es estúpido.

 

Este gobierno nefasto aparentemente dirigido por un tipo irresoluto y su corte de lacayos, no quiere ver una realidad que no les interesa ver. Todo el proyecto de la ex derecha ha estado basado desde siempre en "abrazar las banderas de la Concertación" (con eso tiraron a la Concertación en los brazos de PC), para así obtener un ingreso en los libros historia que escriben historiadores de izquierda, y una estatua para Sebastián. Este gobierno no tiene otra finalidad aparte de la señalada. A pocos meses del término del nefasto experimento piñeristas, del uso total de país con fines espurios y narcisistas, ni siquiera son capaces de cumplir con el plan original. Sebastián y su intento de tener un lugar destacado en la historia se desmoronan, sin embargo, creo que el susodicho confía en obtener su estatua de cualquier manera, aunque sea comprándola, comprando voluntades de un próximo gobierno, sea este del signo que sea. Por lo tanto, solo intenta no dar su brazo a torcer, jugar a mantener su miserable poder, aunque eso implique un daño mayor a un país donde ya no está su negocio y a sus habitantes que le importan un bledo. No es novedad, siempre ha actuado de la misma manera.

 

Barbarilandia vive uno de sus peores épocas, gobernada por una de sus peores generaciones políticas, por un presidente antisocial y un pueblo enardecido, supuestamente empoderado, que ha demostrado una vez mas su miseria, su bajeza moral y su pobreza intelectual.