¡TRES COMPLETOS, MAESTRO!

El Merluzo invitó a Iván Moreira. Celebraron el día del completo ¡Dos completos, maestro!, ¡uno sin chucrut y pan caliente! Se conectaron por Twitter, creo, o algo así ¡Huevones del mundo, uníos! Abran paso que estamos aquí.

 

Algo sabemos, hoy el Merluzo no hizo teletrabajo, ni subió el cerro en una bicicleta verde y resiliente, de hecho, no trabajó, solo celebró el día del completo con su amigo saco de weas. A este par solo los une el amor por las salchichas y su oposición al genocidio palestino. Algo bueno tienen al menos.

 

Moreira pretendió unir al banquete a Camila Vallejo, quien declinó la invitación,  y a la ministra del trabajo, Jeannette Jara, que hizo acto de presencia, no sabemos si por hambrienta o para cumplir con la cuota de género.

 

A mi gusta el completo como lo preparan en el Dominó, con la mayonesa abajo, salsa verde, aunque en realidad con cebolla morada, y tomate. También los engullo solo con palta. Les agrego ají verde. Aquí en la casa los preparo de esa manera y causan furor entre el personal. El pan debe ser de calidad, no esa bazofia incomible Ideal o Castaño que se parten al abrirlos, y ¡jamás!, pero jamás, calentar el pan en el microondas ya que se moja, ni en el horno eléctrico porque endurece. Se debe calentar en una sartén a fuego lento y con la vienesa dentro para que se dore, tal como los maestros lo hacen en la plancha de la Fuente de Soda. El que sabe, sabe… Toda una vida trabajando en el centro de Santiago no fue en vano.

 

Contaba Sergio de Castro o Álvaro Bardón, ya no lo recuerdo quién, que durante la UP y antes también, el precio del completo era fijado por el gobierno, por la Dirinco. Para el gobierno no era lo mismo un especial tomate, un completo, un italiano o un dinámico sin americana. También influía en el precio el lugar de Chile donde la gallá devoraba el completo. Siempre he admirado a la gente inteligente que sabe más que nosotros, que se preocupa por nuestro bienestar animal, por nuestro escuálido bolsillo, y nos guía por las procelosas aguas de la vida.

 

Barbarilandia siempre ha sido un país de enraizadas costumbres socialistoides, intervencionistas, ladronzuelas y anti ricos. Ese vicio católico de que hay que darles a los pobres, nos ha llevado a la ruina y la desazón permanente.

 

Leo que el Comisariato General de Subsistencia y Precios, creado en 1932, fue la primera institución de este tipo. En 1953, se crea la Superintendencia de Abastecimiento y Precios (SAP). En 1960 es reemplazada por la Dirección de Industria y Comercio (Dirinco). Esta fiscalizaba, fijaba precios, recibía denuncias de los consumidores, comprobada su veracidad y sancionaba al infractor. Todo en uno, y a reclamarle a Dios. Una muestra de democracia y división de poderes sin parangón en la civilización moderna.

 

En los años 70, con el advenimiento del GM, esta huevada se termina, y en 1982, la labor del organismo fue "procurar la orientación destinada a implementar acciones que permitirán la transparencia del mercado mediante la información y educación de los consumidores". En el año 1990 se crea el Sernac.

 

Gracias al Gobierno Militar y a la gente sensata que lo regentó, el precio del completo y el italiano, llevaran o no salsa americana, quedó al arbitrio del mercado, no sin antes dejar sin empleo a los burócratas que vivían de los impuestos de la gente que vendía y compraba completos, y dedicados sin vergüenza alguna a hacer el mal a la población.