REFLEXIONES FLORIDAS.

El Presidente de excelencia 24/7, Sebastián Piñera, de viaje por la Isla de Pascua, y luciendo un collar de flores para parecer la guinda de la torta tal como a él tanto le gusta, visitó la aldea ceremonial “Orongo”, desde aquel lugar anunció a los cuatro vientos el “Plan Legado Bicentenario”, que incluye la “restauración ecológica de Rapa Nui”, sea lo que sea que eso signifique (¿tendrá letra chica?).

Junto a una guía turística y a parte del séquito que lo acompañaba, don 24/7 recorrió el lugar, relató la historia del  Manutara (hombre-pájaro), el rito que utilizaban los antiguos habitantes de la isla para nombrar a su rey (¿se habrá sentido identificado?), y se dedicó a filosofar y emitir frases crípticas que con toda seguridad no pasarán a la historia como al “hombre-pájaro 24/7” le gustaría.

Fue en tan paradisiaco lugar, donde alguna vez se construyeron los Moais, y también donde un grupo de descendientes de aborígenes se tomaron un hotel, acción declarada por el ahora ilustre visitante como un “problema entre particulares”, donde Piñera afirmó que durante estos días en que estará “lejos del mundanal ruido y de ese ruido infernal que a veces es la política”, se dedicará a planificar los cambios ministeriales, ya que “este es un buen lugar para reflexionar”.

Entre reflexión y reflexión, y tal vez afectado por el vuelo del pájaro, el aire marino, o las flores del collar, el payaso sonriente llegó a la siguiente conclusión: “La Moneda es una cosa curiosa. Los que están adentro dicen que sufren mucho, y los que están afuera lo único que quieren es entrar. No me quejo (de ser Presidente), es duro, pero lleno de satisfacciones”. Como vemos, el payaso-filosofo-contador de chistes-alabador de comunistas, y ahora aspirante a estadista, se fue “en la volá” (¿será por lo del hombre-pájaro, o su hermano le mando un “sobrecito”).

Luego de la cátedra filosofal del primer ciudadano de la nación,  donde la desfachatez llegó al límite del paroxismo, y dejando a su público en estado crepuscular, don 24/7, supongo que aun adornado por el collar de flores, agregó lo siguiente respecto de la próxima carrera presidencial: “Lo más importante en una campaña no es lo que los candidatos quieren, lo más importante que tiene que tener un candidato es saber por qué y para qué quiere llegar a La Moneda. Y cuando logran saber con claridad para qué y por qué quieren llegar, normalmente la gente los elige”. La gente se desmayaba, creían estar presente ante la encarnación de Winston Churchill, de Ronald Reagan, de Margaret Thatcher, de Abraham Lincoln. Ya me imagino el aplauso cerrado entre lágrimas.

Piñera tenía claro para que quería llegar a ”La Moneda”, para pasar a la historia, a cualquier costo, a costa del que sea y de lo que sea. Lo logró, la gente lo eligió, aunque el tiempo dirá de que forma será recordado.