El grotesco espectáculo
de los señores políticos no se detiene. El escándalo de la semana el siguiente:
El congreso legisló que las Isapres pueden devolver a sus afiliados un dinero
que sus afiliados no pidieron que les devuelvan, hasta en 156 cuotas, 13 años. https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/chile/2024/12/03/aumentan-presiones-al-gobierno-por-la-forma-en-que-isapres-devolveran-excedentes-hasta-en-156-cuotas.shtml
Esto ha permitido
que los canales de desinformación masiva y demás escoria social, hayan montado un
lucrativo escándalo entrevistando a gente que recibe tres o cuatro gambas mensuales
de devolución del dinero que, según el imaginario popular “las Isapres nos robaron”.
Expliquemos
el asunto: Los políticos colocan a operadores políticos en la Corte Suprema, y
no solo ahí, sino en todos lados. Uno de esos operadores políticos fue el juez
Sergio Muñoz, quien se encumbró como “Capo di tutti capi” de la tercera sala de
dicha corte. El juez Muñoz se dedicó a legislar por su cuenta, tipo Dios
todopoderoso, a vista y paciencia de todo el mundo mundial. Y nadie hizo nada para
evitarlo, hasta que la sangre llegó al rio.
Este juez
decidió hacer desaparecer a las Isapres de la faz de la tierra mediante el
fallo judicial que todos conocemos, sin importarle las calamidades que desataría
su decisión, o tal vez conociéndolas y por lo tanto buscándolas a propósito; decisión
que consistió en arruinarlas mediante devoluciones colosales de dinero que la
gente nunca pidió. Pues bien, los señores políticos que permitieron esto,
debieron legislar para solucionar el problema, ante la inminente caída del
sistema y la mortandad asociada a la falta de atención, entregando el ya
conocido plazo de 13 años para hacerlo, o las Isapres quebrarían sin remedio en
el caso que debieran devolver ese dinero al contado, mismo plazo que las
Isapres tendrán para subir sigilosamente los planes con el apoyo de los mismos señores
políticos que dejaron la cagada, y con ese dinero pagar la deuda (a mí ya me lo
reajustaron)...
Además, los
señores políticos, espantados por el accionar del juez Sergio Muñoz que ellos mismos
colocaron en la Corte Suprema conociendo como pensaba, lo sacaron de un ala,
pero no por sus actos, sino por el lío de información privilegiada con su hija,
tambien jueza, que además fallaba a lo grande desde Italia.
Es decir, las
frívolas decisiones de los señores políticos son remediadas tarde, mal y de
manera torticera, como hacen siempre. Hoy todos se culpan unos a otros, ante la
indignada mirada de gente que esperaba recibir “de un toque” un dinero que no
pidieron, que no deben recibir, y que si calculamos por ejemplo 400 pesos por
156 meses nos da el “colosal” resultado de $ 62.400. De eso se trata todo esto
y no hay más. Una revolución y una ruina nacional por 60 lucas que nadie pidió.
Estas cosas
suceden en países regentados por gentuza que es colocada en su puesto por más gentuza
que vota por ellos en periódicas fiestas de la democracia, conociendo previamente
que sus grandes timoneles de mierda son unos atorrantes, unos corruptos, unos
ineptos y unos ladrones, con el indisimulado deseo de que, con un poco de
suerte, pueden beneficiarse de la repartija del botín obtenido mediante sus
latrocinios. Y aunque así no fuese, al menos tendrán la satisfacción de
arruinar a algún rico que, se supone, les roba lo que no les pueden robar ya que
lo supuestamente robado nunca ha sido de su propiedad.